domingo, 11 de febrero de 2018

Parabolano Rajoy. Y se acabó.

Escribo un domingo de ir a misa y cantar la verdad y me doy cuenta que estoy perdiendo la esperanza de alcanzar ni siquiera la dignidad perdida. Y eso no es poco. Dignidad humana. Rajoy es incapaz de crear una economía estable y en crecimiento donde las familias humildes tengan su espacio. Rajoy y sus amigos los grandes empresarios concilian políticas económicas que solo a ellos beneficia con impunidad... Marianos Rajoy, como si no hubiera otro candidato y otro partido con valores honestos. Rajoy va por la vida como los monos de Gibraltar: sordos, ciegos y mudos, o como el avestruz que esconde la cabeza en la tierra. Culpables los votantes, no España; votantes que tampoco llegan a fin de mes. Algunos ni siquiera a mediados. Algo que tampoco Jesús el Cristo lo entendería. Parabolano Rajoy. Gracias.

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