domingo, 22 de octubre de 2017

Esa "amiga" de mi esposa.

Si bueno o malo, tuvo un principio y tuvo un final. Quizá por el hecho de crecer como quien no quiere la cosa pudiera haber tenido sentido su vida, pero no supo ni le explicaron qué hacer con ella -qué pena de mujer-, y vivió siendo esa mujer insignificante. De esa mujer, "amiga" de mi esposa no tengo nada escrito porque en su vida no hizo nada digno de mención. Lástima. Hay vivos que no saben que están muertos y es una tristeza inmensa verlos deambular por los días más aciagos. De esa mujer, como digo, no tengo nada escrito pero hoy, por eso de que mi esposa me contó que ayer tomando café en la terraza de un bar, y en un aparte, esa "amiga" (es "amiga" porque mi esposa dice "amiga" a la primera que pasa a su lado) le recriminó estar sentada con un esquizofrénico "peligroso". Si a mi esposa la hubiera recriminado una mujer viva y no muerta la demandaría ante los tribunales de justicia al no esforzarse en ser "normal", pero esa mujer está muerta y solo puedo urgir a la máxima autoridad del pueblo de Patricia que ordene el entierro de esa "amiga" de mi esposa con prontitud. Y a mi esposa le tengo que explicar el significado del palabro "amiga" (valen todas las comillas). Firmado: un esquizofrénico normal (sin comillas). Gracias.

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