martes, 3 de octubre de 2017

A veces en octubre es lo que pasa.

A veces en octubre es lo que pasa.

Cuando nada sucede,
y el verano se ha ido,
y las hojas comienzan a caer de los árboles,
y el frío oxida el borde de los ríos
y hace más lento el curso de las aguas;
cuando el cielo parece un mar violento,
y los pájaros cambian de paisaje,
y las palabras se oyen cada vez más lejanas,
como susurros que dispersa el viento;

entonces,
ya se sabe,
es lo que pasa:

esas hojas, los pájaros, las nubes,
las palabras dispersas y los ríos,
nos llenan de inquietud súbitamente
y de desesperanza.

No busquéis el motivo en vuestros corazones.
Tan sólo es lo que dije:
lo que pasa.

Autor: Ángel González.

Mientras un país siente menoscabada su identidad, llueve a chuzos. De ser una gracia no tendría gracia. Un país, no cabe duda, como un río, buscará su cauce, si no hoy otro día. Lo malo que ha quedado peligrosamente encharcado.

Este no es el país que soñé. ¿Mereció la pena la sangre derramada para alcanzar la democracia en tiempos pasados para llegar a esto, sea esto lo que sea? Los causantes de este sinsentido ahora que lo resuelvan, que lo resuelvan a más tardar. Una oportunidad perdida es tanto como volver a empezar sin consuelo ni esperanza. No existe voluntad política dicen unos, otros dicen lo mismo. De dos uno no quiere y otro tampoco. No son dos pueblos enfrentados, son los dueños de los partidos políticos que no quieren. Los sordos no escuchan, los mudos no hablan. Un país descuida su ingenio y no encuentra camino, como el olvido, amor. A veces en octubre es lo que pasa, dijo el poeta. Gracias.

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