jueves, 7 de septiembre de 2017

Todo por nada.

Apenas somos una historia de amor para el olvido. Una historia de amor y que en paz descanse.

Porque en mi mente convive una esperanza y un absurdo imprevisible, en cada instante del día que intento escribir un de soslayo, me ciega la pasión de ánimo y, acosado por los malos augurios, me pierdo en el recuerdo de lo que pudo ser para llegar a ser simplemente lo que es: nada. Ante tanto desconsuelo es una tentación tirar por la calle del medio, Pero no debo buscar peores culpables, nuestro idilio de amor lo matamos nosotros -alevosía criminal-: ahora somos las víctimas. Si bien existe una responsabilidad mayor que cae implacable sobre nuestra cobardía.

Pronto vendrán las disculpas para justificar los desaires: la decisión ya estaba tomada de antemano. Lo peor que no confiaras en mí, a pesar de todo, cuando sueño que tus ojos me miran sin verme, puedo sentirte más cerca. Sin dejar de quererte un solo instante de mi vida he llegado a la conclusión que he cambiado tu risa y tu mirada por nada: Todo por nada. (El futuro no será mañana, amor, será otro día, otro día. O ya fue ayer). Gracias.

1 comentario: