martes, 19 de septiembre de 2017

Hermanos todos, primos ninguno.

Es cierto, este fin de semana estuve en Catalunya y no hay presos políticos ni rencor en las calles. Si el problema no es la independencia la solución no son los tribunales de justicia. Llegará la hora, moriremos, y daremos la cara a todo lo que ahora dimos la espalda. "En España, de cada diez cabezas nueve embisten y una piensa". Antonio Machado.

Además de pagarles un pastizal en euros nos roban y nos meten en tinglados sin salida, o con difícil por estrecha la salida. El gran dilema de Catalunya es Mariano Rajoy y Carlas Puigdemont, ellos y nadie más. No habrá referéndum porque no, además porque es ilegal, habrá nuevas elecciones autonómicas y serán plebiscitarias -ya se encargarán las minorías de que lo sean-, pero ganará el sentido común y no Carlas Puigdemont que no se presentará, ni Mariano Rajoy que será un cadáver político y la oposición promoverá una moción de censura o adelantará las elecciones para que eso no ocurra habida cuenta que tampoco logrará aprobar los Presupuestos Generales y entonces, unos y otras, ciudadanos de una misma patria, con nuestras ideologías y lo que queramos poner en la balanza de contrapeso, nos daremos cuenta que el camino ya estaba hecho y solo tenemos que decidir si lo andamos o esperamos que lo anden nuestros hijos. Derechos y obligaciones siempre los hubo y la convivencia no es un 50/50 ó 60/40 o lo que cada cual entienda y quiera que debe ser para ejercer el derecho a decidir por una mayoría silenciosa que no sabe. O sí sabe y calla porque el problema además de político es financiero. En Catalunya, como en el resto del Estado, la nevera está vacía. Otros políticos vendrán y nos ofrecerán condiciones de vida adecuada a nuestras necesidades y saldremos de este enroque. No nos podemos dejar manipular por cuatro maleantes. Hermanos todos, primos ninguno. Gracias.

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