martes, 22 de agosto de 2017

No me vuelvas a negar.

Mi amor viene de lejos.
Mira si mi amor viene de lejos que antes de nacer ya te quería. Si eres quien creo, si no has cambiado, eres sangre de mi sangre. Pero no me vuelvas a negar porque suspendería de haber una vacante para sentarse a la izquierda de Dios Padre. Después de compartir tu creación, solo puedo darte mi vida, y si fuera gato te daría siete vidas, pero no esperes, por real decreto ni chantaje emocional, nada de mí. Y si te empeñas me tendrás en el recuerdo.

Por ser quienes somos.
Quien te escribe nunca te defraudará en su verdad, y te quiere más que a su vida. Es poco y es mucho. Eso es todo. Has sido buena alumna en la escuela y en la vida. Alumna fuiste y maestra eres: ordenas renovar creando tendencia y espacio para colocar lo nuevo; morir para destruir aquí y nacer para comenzar allí. De la vida has aprendido que es regeneración continua sin reparar en obstáculos. Aprendiste bien, pero tal vez sientas desánimo por tener conciencia al no haber obrado sincera; es ése tu castigo: sentir la furia de tu fracaso por negarme. No me vuelvas a negar. Ley natural: ni juez ni dolorosa rea. Eres maestra y, sin embargo, nunca sabrás lo suficiente. Por formar parte del simple existir, navegarás en tu mar con tu velero. Sin ser veleta de los elementos, debes balancear la carga y conservar el equilibrio. Y si no sabes aprende, pero aprende de quien sabe. Eres infinitamente mejor de lo que es quien maquilla tus ojos con palabras preñadas de interés, quizás origen de tu deslealtad: me has negado y no es poco, por acción y omisión (primer elemento del delito). No me vuelvas a negar. Eres flujo de inspiración para mí, y para otras personas que te necesitan y quieren (haz memoria): La familia, y los niños primero. La familia. Has de ser humilde para doblar las rodillas cuando implacable tus propias leyes te golpeen, y combativa para no permanecer caída. Sé tú misma.

Escrita queda la advertencia.
No me olvides ni me dejes de querer, ni dejes de querer por mí. Puedes querer a quien quieras sin dejar de querer a quien te quiere. Vive una vida de transformaciones y mutaciones, pregunta si no sabes, o inventa una nueva vida si la que vives te impide amar a quien te ama. En apenas dos meses has provocado cambios que no has sabido llevar por buen camino: has levantado una gran polvareda. Que no sean esos polvos los lodos que agravien otros amores. Y no me vuelvas a negar o no habrá contrición verdadera capaz de acompañar tu propósito de enmienda. Y sí, cómo no, si tú eres su gracia yo seré su desgracia. (Poesía, a veces tibia y siempre fría, helada si no se entiende). Gracias.

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