domingo, 16 de julio de 2017

Tú pediste solo para ti.

Le pediría al informático del PP que destruyera mis recuerdos recientes. También tendrías que destruirlos tú. De mis recuerdos recientes uno tiene dos versiones. Una versión presta su atención en el mentideros del lavadero municipal y la otra es muda. La versión que se conoce, la dañina que tú has difundido y aviva la maldad en tu entorno, duele el alma de una persona que me toca de cerca: lo sabes tú y lo sé yo. Esa versión dañina inyecta a tus subordinados de resentimiento hacia ella. Te lo dije: a mí me puedes desdeñar, nunca te dejaré de querer, pero a ella ni la menciones.

No niego la decepción que me provoca tu comportamiento. Mi palabra quiere decir, no de una y otro, culpables de los desprecios (¿no te enteras) sino de ti, y de la promesa que juntos echamos a andar un día. Ejecutan su ira y yo cayo. Si mi palabra te hace daño corrige tus horrores, pon orden en esa casa, no permitas ese comportamiento degradante desde su posición dominante hacia ella. Cuida mi palabra escrita que golpea y acaricia. No alcanzo a comprender las razones que te impiden actuar conforme a derecho. La ley que prometiste cumplir. Tan triste, como la cara triste que luces de los entierros. Por cierto, me cuentan, y no sé porqué me lo cuenta a mí, la fuente es otra, créeme, que a tus dueños ya no les interesas: ponte en lo peor, pero eso ya lo sabías. Lo que no sabes, es que no encuentran palabras para darte las gracias por los servicios prestados. Te clavarán un puñal por la espalda, lo típico, ¿recuerdas?

El futuro que ha de venir se me antoja complicado... El creyente está convencido de que Dios todo lo puede y al final del camino permitirá volver al amor que tanto te preocupa, a pesar de saber, que ese amor no volverá mientras sigan los desprecios, y cuando vuelva volverá sin poesía. (¿En verdad no te enteras? "Tú pediste lo que quisiste más no lo que de verdad convenía. Nunca pediste tormentas y éstas son necesarias para limpiar la siembra, ahuyentar aves y animales que la consuman y purificarla de plagas que la arrasan”. Nahúm 1:7. Tú pediste solo para ti. Gracias.

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