viernes, 2 de diciembre de 2016

Yo pienso.

-Perdona por el retraso...
-Llevo días esperando.
-Perdona...
-Firma el alta y calla.

Yo pienso, y pienso, y mucho pienso, y me ataranto. Pienso más que hablo, y no hablo desde que me hice dueño de mi silencio. Sin embargo, otros quieren saber y llaman a mi puerta. Comprarían mi voluntad por saber lo que me callo y hacer daño. (Yo no olvido a quien me amó). Esto de ser dueño de mi silencio lo aprendí cuando estuve infiltrado en un monasterio donde gritabas si te daban hostias. Como en el manicomio. Y me pide perdón. Hay que joderse.

No sé si pienso tanto como sueño. Mi mente absurda no me da tregua, me lleva por caminos que no sabría explicar. Y si hablo de sentimientos (gracias por el ordenador, creo que nos llevaremos bien): quizá debiera tirarme al monte y dejar a Rajoy que ordene la vida de otros y no la mía. Me niego a vivir esta realidad de sentimientos encontrados que me bloquea el alma. Esta realidad que tienen montada Rajoy y sus empresarios amigos se pasan por los humildes los derechos fundamentales. Mala praxis. Mala saña. De ninguna manera es el puente para alcanzar la paz social.

Yo pienso, y pienso, y mucho pienso, y me ataranto, pero no estoy muerto, me tenían secuestrado en un zulo. Muerto está Fidel si lo está. Hay quien dice que Fidel no está muerto. ¡Hasta la victoria siempre!. Una promesa echó a andar y al día siguiente el rencor habló por los codos... Digo rencor y pudiera ser odio. Sea lo que sea, no son sentimientos cristianos. Si estuviera dentro de mis posibilidades cambiaría la mirada de soslayo por la de mirar de frente a los ojos para neutralizar las adversidades. Ay, si pudiera. El silencio y la espera: lo bueno toma su tiempo, lo mejor toma más y de lo bueno lo mejor se demora mucho más. Nada ocurre por casualidad. Y el Fito canta: "Quién dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón. Tanta sangre que se llevó el río. Yo vengo a ofrecer mi corazón. No será tan fácil, ya sé que pasa, no será tan simple como pensaba. Como abrir el pecho y sacar el alma". Gracias... (de nada).

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