sábado, 3 de septiembre de 2016

De vuelta al paro.

No sé si alguien, pero yo, me he dado cuenta que en los años altos pocas cosas importan de no ser los sentimientos de amor... Amor del bueno. Ian aprendió a decir "amoto" y quiere una moto. Pero yo para qué quiero una moto, ¿para estrellarme en la primera curva? Yo quiero a Ian... Y digo que pocas cosas importan en los años altos si hablamos de amor y rectifico para decir que ninguna. Ian, inocente bebé. (En septiembre de vuelta al paro).

Un sentimiento de amor demostrable: ilegal sin papeles o legal con papeles. El amor es lego en todo lo que no tiene que ver con sus intereses. El amor como sentimiento no entiende de amores comunes. El amor es exclusivo. Si grandes amores (tan escasos, por demás) son humanos. Para mí lo que no sean amores humanos o amores exclusivos me importan nada. Estoy para ir al carajo de promesas de amor incumplidas, de besos que no se dan, de los te quiero ausentes, de esos y aquella que viven a costa del amor aparente (chantaje emocional de la peor ralea), y de las amigas del alma con trato indecente. 

De seguir utilizando el amor bastardo para extorsionar al amor sentimental seremos más pobres de lo que somos; incluso más si los amigos empresarios de Rajoy siguen desarrollando los derechos de los trabajadores. (En agosto de vuelta al paro).

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