domingo, 14 de agosto de 2016

Diligencia omitida.

Porque soy de pueblo, sé muy bien lo que es vivir a la sombra. Uy, acabo de empeñar unas palabras en el enunciado que precisan una aclaratoria urgente.

Aquí dejo mi explicación al enunciado para quien diga: a mí me vale. Nací en un pequeño pueblo en las estribaciones de la Cordillera Cantábrica, y como es natural, su orografía no permite al sol entrar hasta febrero por el reguero. Por aquel entonces la huerta asumía un papel preponderante en la alimentación familiar, y en cualquier descampado se cultivaba la tierra. La huerta al sol y el pueblo a la sombra, y a favor del frío de la montaña. De ahí mi intolerancia a la sombra y al frío. Soy persona de escasa grasa corporal y me cuesta mantenerme caliente en otro ambiente que no sea en el que escribo el día.

Creo que estoy perdiendo la poca imaginación que debiera tener para escribir el día que me gusta vivir. Que yo recuerde, es la primera vez que me retrotraigo en el tiempo buscando un algo que interese para escribir. A pesar de saber como sé que de mi vida anterior nada recuerdo. A la María le doy las gracias por permitirme emplear el verbo retrotraer. Escribo para quien me lee y también para saber más de mí, pero si algo recuerdo y me doy cuenta enseguida miento y pierdo el hilo adrede. Miento al decir que no sé que algo ha sucedido cuando realmente no sucedió cuando tenía que haber sucedido. Soy padre y se me ocurrió que podía volver atrás en el tiempo para practicar una diligencia omitida. ¿Comprendes? Eso no es posible. Una diligencia se ejecuta en tiempo y forma o no se ejecuta. ¿Qué no haría un padre por una hija?

Los pobres solo podemos pecar en domingo (me avergüenza tener que recordarlo). Exijo respeto a la dignidad de una persona. Porque la dignidad de la persona es sagrada e inviolable. El asunto es serio.

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