viernes, 8 de julio de 2016

Joaquín Sabina y su mala cabeza.

Preocupado por ti, porque silente no sé qué puedo hacer para que no me sufras. ¿Sabes qué? Culpable pero sin malicia, llamé al Sabina para que me explicara, porque no creo que le hayan robado el mes de abril, como poco se lo jugó a las cartas o lo descuidó en una noche desvelada. Como sabes, él es de mucho ir por los madriles tequilando de parranda y luego, ¿quién nos dice que no pierde los papeles, o el mes de abril? Me importaría un carajo que fuera otro mes, diciembre, por decir, que por ser el mes de tu cumpleaños y estar en paradero desconocido, quizás el reloj y el tiempo... ¿Comprendes? El mes de abril no, Joaquín, por tus muertos. "¿Quién me ha robado el mes de abril? El mes de abril no. 

El Sabina no es persona de decir siempre la verdad, ni de responder al teléfono... El mes de abril es un mes muy especial para nosotros ¿verdad? Musa del mes de abril. Pero el Sabina a lo suyo, a tequilar por los madriles de parranda con la Vargas. Joaquín Sabina tampoco es de mucho fiar para un viernes que se presume de aquella manera... (Vengo con Ian del hospital, nada importante, gracias). Igual soy yo, disculpa. Corren malos tiempos, sobre todo para la pobreza y la enfermedad. Maldita redundancia.

Si Joaquín Sabina, poeta, "amor se llama el juego", descolgara el teléfono y me dijera que esperase "19 días y 500 noches", aunque largo tiempo me parece... Son sus poderes, y, caprichoso, no se hable más. Por su mala cabeza, los dos sin mes de abril. Y sin embargo... "de sobra sabes que eres la primera".

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