miércoles, 13 de julio de 2016

El amor es ella.

Ahora que he confesado que soy y no, y es noticia contrastada; ahora que la María no me acompaña ni tengo credibilidad; ahora que no soy quien siempre quise ser soy ella misma: su cara, su cuerpo, lo que ven mis ojos con la mirada del alma.

Se puede decir que vuelvo por mis pasos, que de triste no salgo y que por tanta ausencia quiero olvido: decir no quiero, decir jamás y divulgarlo por las esquinas dobladas de los desvelos. Si pudiera alejarme de la verdad. Porque si tú y tu voz y tu mirada, porque amor de madrugada; soñar pegado a ti, entonces sí podría decir que soy y estoy. Esperanza. Largo el camino... Ahora.

Ahora que la historia nos lleva por otros derroteros, que nos conformamos con lo que tenemos, ahora que la ausencia es el olvido, ¿quién será capaz de negarme? ¿Irías tú a tu Dios de rodillas a rogarle por mí? ¿Decir jamás? ¿Es esa la noticia contrastada? Precisamente ahora cuando parecía que habíamos encontrado la manera de reinventarnos, justo ahora, insisto, descubro que el amor es ella.

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