miércoles, 20 de abril de 2016

Se busca un corazón.

"Porque siembran viento y recogerán tempestades. El trigo no tiene espigas, no da grano, y si lo diera, se lo tragarían los extraños". Oseas 8:7.

-¿Una frase pegada a un pensamiento profundo? -Hay tantas que no cabrían aquí pero sí hay una que me gusta mucho: "El alimento del amor, confianza, respeto y un colchón".

Pero qué penaqué pena que se lo coman los extraños. Qué digo se lo coman los extraños, se lo tragan los extraños que no es lo mismo y quizá sea mucho más y peor.

Hoy anda uno fuera de sí, de casa quiero decir. Hoy no estoy y no estaré hasta mañana. Luego de esta frase impropia de una dama con poesía que ayer noche leí y ayer contesté, y vuelvo al asunto para no volver... No digo que las redes sociales sean un libro abierto, pero al menos no entrar en contradicción con la buena correspondencia. 

Nunca estimó a Eugenio porque no le calló ninguna verdad, pero si vivo, luego de leer esta frase hecha un lunes de resaca o un sábado de aquí te pillo aquí te mato, lo resumiría en dos palabras: "Jamás creí que pudieran juntarse dos almas heridas y crear poesía, pero sí que cumplieran la promesa de no morir sin tener algo juntos".

Uno siempre creyó que el método de escribir entrelíneas alcanzaría al menos la categoría de misterio. Confieso que fui yo quien te vio en la noche desvelada completamente ida. Ibas corriendo huyendo de ti, por eso no te hablé. No existen más que dos reglas en el amor: amar y amar. Y dos palabras: santa poesía. (Ayer perdí mi credibilidad en ti y hoy pierdo la esperanza).

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