miércoles, 3 de febrero de 2016

Carlos Obligado.

Mi perro.

¡Si te recuerdo!. Con alegre brío,
de la ribera, bajo el sol temprano
tras una rama que arrojó mi mano,
te desplomabas bullicioso al río.
Y era la gloria de nadar bravío,
y era el regreso de la presa ufano...
¡Ya con mi edad feliz duermes lejano,
inolvidable compañero mío!
Pero en mis días de quebranto, obscuros,
a mí te llegas, con tus ojos puros,
donde un anhelo compasivo flota;
y un verde gajo, de ilusión florido
al alma ofreces, con amor traído
del lago azul de la niñez remota.

Carlos Obligado, poeta, falleció el 2 de febrero de 1949.

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