sábado, 2 de enero de 2016

Pasar de la alegría al llanto.

Pasar de la alegría al llanto es un proceso que se pudiera considerar natural dentro de la propia filosofía de vida. Pero que la transición sea por un acto de imprudencia parece lo más estúpido que pueda ocurrir a primera vista. Las cosas desde fueran se ven de distinta manera y no viene al caso, ni siquiera comparar hechos similares: cada proceso lleva anotado su código de barras y poco se parece a otro. Las cosas son como son y nada se puede hacer para mejorar el resultado. Y a peores tiempos revueltos, peores los procesos y el llanto un mar de lágrimas.

Hay que remontar, claro mujer, siempre vista al frente y remontar. Después de todo, en el balance final se contabilizan otras cláusulas que tienen o no que ver con la vida de cada cual y alivian tanta lágrima vertida. El balance final si no es de quiebra se puede decir que valió la pena el maquillaje.

Quiera o no, todo me sabe a Navidad, y en ella la corrupción del alma. ¡Virgen María de los Despechados!, es la primera vez que nombro la Navidad en su fiesta. De viejo todo nace en el ánimo por los desengaños sufridos en el desempeño de la vanidad: las cosas buenas cuanto menos caducan. Todo es echar cuentas y las cuentas no pueden ser negativas (que no falte el amor). No hace mucho tiempo la casa se hacía pequeña y ahora podemos alquilar habitaciones. A más miembros más espacio. ¿Qué ecuación es esa? Por favor, cariño, me acercas el salero. ¡Qué triste la Navidad!. Sordo y desencajado si no fuera porque la María siempre me acompaña me tiraba al monte. 

La dama que no me deja ir, un día de esta semana o del pasado año, o vaya usted a saber con tanto descontrol de días y años, me dijo que me veía muy bien. "Te veo muy bien". Que Dios le conserve la vista porque estoy seguro que quiso decir lo contrario. Mintió. Mi cerebro sin neuronas no procesa ni bien ni mal. En fin, decir que las prisas no conducen a nada bueno simplemente porque tampoco se sabe el camino de la buena correspondencia. Pasar de la alegría al llanto es la historia de la cruda realidad. Antes lo hice yo y ahora me lo hacen a mí. Nada que objetar al tema. Sin embargo, si no se vive con un gran objetivo, no se tiene una filosofía de vida coherente. Amor. Se les quiere.

3 comentarios:

  1. Que alguien te diga que te ves muy bien es suficiente para seguir adelante. Algo bonito vieron de nuevo en ti. Y si no pues mírate al espejo después de todo el del espejo sigues siendo tú.

    Abrazo


    Buenos días (la madrugada se durmió)

    ResponderEliminar
  2. Buenos...

    Sabía que no cumplirías con la palabra dada. Tese pegaron las sábanas... Vale.

    Todo en mí es bonito se mire como se miere y quién. Muchas gracias. Beso.

    Salud.

    ResponderEliminar