viernes, 25 de diciembre de 2015

Cuestión de tiempo.

Nacemos con un cuerpo normalmente sano y la vida a veces en un descuido no nos mantiene el cuerpo saludable. A veces le damos mala vida y otras no. Nada está escrito si hablamos de salud. Estaría bien tomarnos la salud en serio. Cuidarnos a pesar de que nunca se sabe. A fin de cuentas nosotros somos los únicos responsables de nuestra salud. Ser viejos y enfermos, es cuando necesitamos ayuda para valernos y cumplir a rajatabla la sabiduría de los médicos. En ese preciso instante nos damos cuenta lo poco que hemos aprendido. Hablamos de salud, de no tomarla en serio, de hacernos daño sin conocimiento. 

De viejo y enfermo estoy en condiciones de afirmar que tarde o temprano dejaremos los malos hábitos de salud. Mejor temprano que tarde, mejor ser responsable por nuestra cuenta que por orden del médico. Así el cuerpo como la mente. Creer que a nosotros lo que le ocurre a la vecina chismosa no nos pasará no es cierto. En la agonía está la respuesta. Vida sedentaria, alimentación, alcohol, tabaco y etcétera. El médico siempre avisa, si a tiempo vaya usted a saber. 

Lamento sacar miserias de viejo a pasear, pero la vida es cuestión de tiempo, aprovecharla es cosa nuestra. No hay como llegar a viejo con salud. Por cierto, la cena de ayer bien y la compañía estupenda. Muchas gracias. Y sí, es cierto eso que dicen de los cuñados que saben y niegan y qué lástima; lo malo que mis hijas a cada cual interesadamente les daban la razón sin razonar, lo bueno que no llegó la sangre al Júcar. Igual vale la pena ser viejo e ignorante que joven y sabio. En fin, de por qué hoy me levanté más viejo e intenso que siempre, porque ya lo era cuando me acosté. Es todo y no es poco. Ver amanecer, quiero decir. Muchas gracias. Se les quiere.

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