viernes, 6 de noviembre de 2015

Si un poeta quisiera...

Si me baso en lo que me enseñó la vida a puro huevo y lo que aprendí por mi cuenta dando tumbos para crear otra vida distinta tirando a mucho mejor en todo, excluyendo las desigualdades y la pobreza e incluyendo más sabiduría contra las enfermedades y la soledad impuesta no sabría. Hablo sin mucho pensar, pero creo que no sabría.

La vida enseña de manera confusa... Lo pasado, lo ausente... Siempre el futuro. "El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad". Victor Hugo. Necesaria pues la valentía para vivir esta vida. Pero oiga usted, con los pies en el suelo, que luego pasa lo que pasa...

Creo sinceramente mejorable las relaciones humanas. Y empezaría tal vez por abrir las fosas ("Memoria Historica") de los desaparecidos (sin abrir viejas heridas ya cerradas... ¿Qué viejas heridas? ¡Enterrar a los muertos!), enterrarlos con sus seres queridos dignamente, pero antes de nada, preguntarles si recuerdan cuándo dejamos de ser inocentes para ser culpables. También si saben a qué edad se pierde la bendita sonrisa de bebé. Una muerte contemplando la vida ha de dar para mucho saber. Tendría que asesorarme de los que saben. Yo no sé. Quizá nadie sabe y aprende o no olvida. Esos pequeños sabios, los niños: ellos nacen sabios, y los viejos que no olvidan y los que aman y los que ayudan a los más necesitados sin esperar nada a cambio. La naturaleza antes de que acabemos con ella. Convivir sin rencor bajo el mismo cielo. Lo malo, tirando a mucho peor, que tendría que abrir Les Seniaes (ay) a todo el mundo... Igual con un día de puertas abiertas... ¿Qué? Suficiente. Ese tema tabú.

Si alguien me hubiera explicado a tiempo que no solo la naturaleza es prestada, también la vida humana. Nada es para siempre. Estamos aquí de prestado. Por más bienes y otras miserias que amasemos iremos como vinimos: desnudos. No me siento capaz. Si al menos un poco de talento para escribir el día de manera que no duela el alma...

Hay más preguntas que respuestas y hay más pobreza. Esto no tiene fácil solución. Y de mi mente absurda no fluirá ni las preguntas que me llevo haciendo desde que tengo uso de razón. Permanezco estancado en un entorno hostil por el que aún merece la pena vivir. ¿Cómo voy a crear una vida distinta tirando a mucho mejor si no sé vivir? Ni sabré cómo se llama mi futuro inmediato. Si valiente o no qué importa si no sé vivir. Tengo la sensación que otra vida distinta, más humana es posible, pero me veo situado en una espiral sin fin. Me falta el conocimiento y las herramientas esenciales. Si un poeta quisiera... (o una diosa poetisa, claro).

2 comentarios: