domingo, 15 de noviembre de 2015

Paz en la Tierra.

Me veo y no, oiga. Oiga usted, es domingo y... Ay. Me tocó vivir los peores años de mi vida y recuerdo vagamente que pude ser mejor de lo que fui. El mal de muchos consuelo de tontos no me vale, oiga. Que de otra manera no sé. Como una amiga que tuve, comienzo a escribir por el final sin ton ni son ni argumento que apacigüe un comentario de eterno dolor. Ayer ardió París, fue real, nada que ver con el cine ni metáforas continuadas. El asunto es jodido. Y a más por no saber lo suficiente. Una religión y unos correligionarios... Una religión no es culpable, de ser, son los correligionarios. 

La amenaza yihadista en Francia. Sobre el atentado del viernes en París los medios de comunicación aseguran que no será el último. ¿Nueva era en Myanmar? No me siento seguro en mi tierra. Todos somos franceses... Nada justifica la muerte. Ninguna religión manda matar en nombre de su Ser Supremo. Como el amor, invento humano, la religión en su nombre no mata. ¿Ojo por ojo? El camino no es la guerra sino la paz. Los pueblos podemos crecer en paz, lo demás es hambre y dolor. Hoy llora Francia: por Francia lloramos, ¿quiere eso decir que mañana lloraremos por otro país? Nadie es tan sagrado como para boicotear la vida de los demás. Asesinar con todas las palabras. Por un Dios que nos salve. Paz en la Tierra.

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