viernes, 30 de octubre de 2015

La mentira como arte.

No soy mucho de verdades incontestables, prefiero la mentira a secas. De siempre fue condenable la mentira bajo el punto de vista de la moral que emana de los diez mandamientos en las escuelas de Rajoy como asignatura evaluable. "No levantarás falsos testimonios ni mentirás. Pues bien, ayer, en un descuido entré en el facebook de mi esposa y ya digo que la verdad, además de la humildad, no estará de moda jamás de los jamases y amén. 

El castellano es una lengua muerta empezando por la ortografía. ¿Qué comas y puntos y tildes? ¿Qué la complejidad en las reglas ortográficas? ¿Qué lo complicado de los sinónimos y la doble intención? ¿Qué la mentira como arte? De no ser invento humano el amor, facebook hubiera acabado con la palabra escrita. El sábado, en la proclamación de la fallera mayor en el casal, la alcaldesa del pueblo de Patricia me preguntó si una imagen o mil palabras... Mil palabras, cariño, y de todas la tuya. Y lo peor que se reía.

En un viernes de fiar no se me ocurre nada interesante para escribir. Iré al mercado donde la verdad se valora más que la mentira en campaña electoral. Recordar a veces es morir. A quienes no saben discernir la verdad de la mentira en la moda que Kristel vende en la trapería siempre escasa de moralidad. La mentira como arte.

1 comentario: