lunes, 24 de agosto de 2015

Rendición incondicional.

De rendición incondicional si no es por amor sé poco o nada. Igual si hubiera ido a la guerra no diría lo mismo, pues de valiente muy poco. Sin embargo, algo sé sobre el miedo: El demonio que tengo metido en la cabeza y ordena y manda, le tengo dicho que acabará llevándome al abismo -soy viejo y voy para más y peor: es cuestión de tiempo- y sí a la paz, pero no de rendición incondicional. Si la sinceridad es algo que los demás valoran no sé. Supongo que unos sí y otras no. He dicho adiós muchas veces: ahora es la hora. No me valen disculpas para decisiones tomadas hace meses. Me quedo con mi soledad donde luce de manera especial el punto y aparte que separa dos mundos literarios.

Me quedo en el amanecer hasta que el sol dormite en la luna... Me dedico todas mis horas. Mi única meta es llegar a mañana y tener algo que me inspire y escribir. Si me leen o no... Escribo para quien me lee y conocerme mejor.

1 comentario:

  1. Y estos escritos (tan particulares) nos transmiten tu talante....

    Un cordial saludo
    Mark de Zabaleta

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