domingo, 7 de junio de 2015

La mañana es roja como una manzana.

Antonio Machado dijo: "La mañana es roja como una manzana".

Antonio Machado ni se imagina en el berenjenal que nos hemos metido. No amanece un nuevo día a diario, al menos en el sentido que él quiso dar a la frase. Creo. Sin origen ni propaganda, sin condición, pregunto. ¡Sí usted, quien sea!:

¿Cuánto hace que no ve amanecer el día?

Digo ver amanecer el día.

Incluso trabajando en el turno de noche pudiera ser que esta frase no tenga significado. No pasa nada: la mayoría de las personas duerme profundamente a esa hora, por lo que la visión del sol naciente no existe. Ver amanecer el día es un suceso cargado de poesía. Esta cotidianidad nos está deshumanizando y volviendo insensibles a la naturaleza. Al momento mágico en el que la oscuridad y la luz entrelazan su abrazo al amparo del canto misterioso de los primeros pájaros que se despiertan al alba. Ver amanecer el día en presencia de una amalgama de tonalidades indescriptible. La rutina machacona nos aleja de estos momentos, instantes que son de belleza única.

Es posible que usted sea una persona estupenda, pero sus asuntos inaplazables le impiden ver amanecer el día y a su vez alimentar su espíritu con el crepúsculo de la vida. Estoy seguro que Antonio Machado, poeta, no dejó ver amanecer ni un solo día para mañana. 

Sí, la mañana es roja como la manzana. O libre como tu sonrisa. Y de tus ojos la mirada, amor. Santa tu poesía.

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