martes, 9 de junio de 2015

De Patricia al cielo.

Ojalá Ian no salga a Patricia en eso de hablar y tener siempre la razón; de no callar y escuchar sin pestañear. La razón a Patricia siempre la acompaña.

Sé de cierto el camino de Les Seniaes: solo enfilar la recta después de la primera curva y caminar sobre el espejismo un prejuicio diferente cada día sin atisbo de realidad. Mi mundo. Pero con Patricia no hay manera, no puedo reaccionar hasta que no acaba de hablar para respirar o dice ya, porque no la escucho, y cuando ocurre no recuerdo. Su realidad no puede ser tan fantástica aunque la vea con apariencia de verdad y crea que me convence o que acepto su parecer como dogma. 

A veces reacciono antes de que termina su reflexión porque creo saber por dónde se encamina su pensamiento y no me respeta: a sus ojos no cree correcto acomodarme en su verdad y alinearme a los patrones de sus incondicionales pareceres. Así no hay quién pueda.

Raramente me deja hablar, y menos dar mi opinión sobre lo que a mi entender es lo que comenta. La veo cada día y no sé si es un sueño inconcluso o la hija del vecino. O la fusión de informaciones y apreciaciones alejadas de la realidad. Y sin embargo, su conducta no es su esencia, como tampoco es su todo. Jamás llegaré a conocer el perfil de su corazón excavando en un sentir circunstancial. El corazón de Patricia está prisionero de amor y sus entendederas de sordera. El día que me permita hablar le diré que la quiero con locura y que no puedo vivir sin ella. Ojalá comprenda lo que le digo antes que le pida al juez una orden de ingreso en el manicomio para mí. Lamento sacar mis desavenencias a pasear, Patricia me ataranta y a veces necesito desahogar. Pido perdón. Sean felices, y muchas gracias si están ahí. 

4 comentarios:

  1. ¡Presente! digo, aquí estoy, no agradezcas al menos a mi.

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  2. Siempre estás aqui, en mi mente. Si me lees o no... Beso.

    Salud.

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  3. De siempre elijo comentar poco antes de comer y de dormir y de despertar y de desayunar y de abrir de nuevo los ojos y de...


    Hasta mañana. Descansa.

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  4. De siempre eliges comentar poco... vale. Hasta mañana. Beso.

    Salud.

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