miércoles, 18 de marzo de 2015

La María me sonríe.

Por ser mal avenido con mis desavenecias mentales, ayer he sido víctima de chanzas ofensivas por parte de amigas que fueron, hasta me llamaron loco por enviarme emilios. ¡Joder, dona, porque la María me sonríe loco!. Dicen que las personas de cualidades opuestas se atraen. Hablo del carácter en la manera de pensar y ver la vida. ¡Ay!. (Lamento por mis amigas idas).

Decir loco es decir libre al no necesitar de los estándares generales para vivir el día. Pensar diferente a la mayoría es de locos. Lo que no sabe nadie, es que los locos deciden por sí solos saltarse las normas, las barreras y ser felices. Un día en la vida de un loco es un día para el recuerdo. Agradecido, he vivido pasajes de locura que son de pura nostalgia. Aún hoy lamento no haber ido más allá.

Disfrazado de persona normal me presento cada día tal como soy a mis vecinos y me dan la razón. Pero no me dan la bienvenida. Si supieran que son protagonistas de muchas de mis paranoias se consternarían. En fin, lo que alguna no sabe, es lo duro y complicado que es zafarse de un loco al que se ha tomado cariño...

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