sábado, 3 de enero de 2015

Un sinvivir.

Sabes que comento tus escritos en razón a lo que me ha ocurrido en la vida y como soy más vieja que tú pues me han pasado más cosas.

Dicho lo dicho te voy a comentar.

El 24 de diciembre que acaba de pasar me citaron en Oncología para un examen de rutina. Encontraron dos bolitas del lado izquierdo y una bola del lado derecho. Supongo son benignas porque hasta hoy no me han llamado del hospital. Será el cinco de enero cuando me den resultados.

Luego...

Una noche de esas insomnes descubrí que el pp (puto Parkinson) está tomando por asalto mi lado derecho. He de decirte que el pp ataca de diferentes formas. El mío empezó por el lado izquierdo y ya me enteré que va con el derecho.

¿Y qué tiene que ver todo esto con mi post? Te preguntarás.

El suicidio.

Volví a pensar en él después de ver en el títere que me estoy convirtiendo pero... (Merece la pena vivir). ¿Por qué? Ah, pus muy fácil. Todos los días estás machaque y machaque en que hay que vivir, en que el paraíso existe en la tierra -al alcance de la mano- en que la poesía y todo eso. Y cada día el fantasma del suicidio deja de asomarse por mis rumbos.

Cada vez tengo menos valor de quitarme la vida (no lo diré a la señorita médica o nunca terminaré el tratamiento) con todo y saber en lo risible en que me estoy convirtiendo.

Así pues, si hay un culpable de que siga viviendo en parte son las letras en las cuales se esconde mi nombre. (Escribí un post sobre el pp y mi lado derecho pero no lo publiqué porque no quiero seguir siendo yo tan así de triste).

Buenas madrugadas o lo que sea. Hoy comienza de nuevo la vida. Sonriamos, ¿quién dijo miedo? Yo no, ¿y tú?

Y yo qué sé. Pero opino igual: Merece la pena vivir.

Un sinvivir es una historia de amor por la vida, a pesar de los pesares, de los sueños entregados y los esfuerzos por superar la enfermedad en una patria sin camino que acordona la historia sin dar margen a la poesía. ¡Hoy y siempre merece la pena vivir la vida sin descalificaciones por falta de argumentos!. ¡Hoy es un día feliz y la María sabrá qué hacer con él!.

Extraña en la noche, situada en un acantilado mirando al mar, preguntó mirando al cielo si en realidad existe un paraíso para volver a empezar, y del cielo se dejó caer una lágrima de poesía de las que explica la vida mejor que la ciencia y las religiones porque nace del sentimiento y no de la razón para iluminar todos los porqués de un sinvivir: "Lo que fuiste, lo que eres y lo que serás no depende de ti sino del amor, de una flor de azahar, de un beso y otros labios. De las buenas madrugadas". Y salud.

De salud, bien, muchas gracias.

Quien niega la vida niega la santa poesía... O sea que, mientras yo me reconciliaba con Morfeo tú, enajenada, negabas tu existencia... ¿Sabes que? No vengas, pero no dejes de soñarme mientras viva. Después te esperaré en el cielo y hablaremos de la vida, de los hijos, la familia, de la Bella, de Ian ya nacido. De nuestras cosas... lo que se nos ocurra... De momento, y hasta que llegue el día, gracias. Muchas gracias por darme la oportunidad de conocerte.

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