domingo, 11 de enero de 2015

Paz y reconciliación.

"La naturaleza de los hombres es siempre la misma; lo que les diferencia solo son sus hábitos". Confucio.

Con el nuevo año podemos aspirar a que se nos abran los cielos y por la fuerza, si fuera preciso ser reconocidos como lo que verdaderamente somos: “Hijos de Dios”.

Con el nuevo año vamos todos a la Casa del Señor a buscar el perdón de nuestros pecados... Tantos años alejados y ahora anhelamos que Dios restaure la paz en el mundo y la comunicación entre sus gobernantes. Paz en la Tierra. Paz y amor.

Prescindimos de Dios demasiado pronto para entregarnos al capitalismo... ay. Y así generamos un caos mundial que sobrepasa los límites de la salud mental y el orden montado sobre "sus" voluntades de inmoderado egoísmo.

Un mundo sin poesía, una economía destructora, y comportamientos sin razón y sin consuelo. Un mundo con aspiraciones excluyentes. Los hábitos de la competencia y el conflicto; la negación y la descomposición del sentido amor. Paz y reconciliación.

1 comentario:

  1. Prescindi de dios cuando no cumplió mis caprichos. Así de vana soy. Me alejé de él y ya me acostumbré a que no esté. En ocasiones pregunto dónde estás y el silencio me responde. Es cosa de volver a tener fe como cuando era niña y creía en Los Reyes Magos.

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