martes, 7 de octubre de 2014

Lean libros.

Recomendaría leer libros, pero solo por recomendarlo yo nadie leería, si es que a mí me leen, claro, sino qué recomendación ni qué ocho cuartos (sea lo que quiera decir ocho cuartos). Desde que dona murió, ¡Dios mío que triste mi vida!. Solo por ella me leían, o entraban a verla de soslayo, ay. Ni se imaginan lo malo que es no leer libros. Se lee poco, según me cuentan.

Ahora estoy leyendo un libro de peces grandes. Es una gracia saber, y más saber lo perversos que somos los seres humanos. Sí. Hablo de la ballena asesina para decir que ni es ballena ni es asesina. ¿Qué me dicen? Pues en eso estamos, blasfemando como lo haría un asesino para defenderse (creen que son de su misma condición). Se llama Orca y es un cetáceo, algo así como un delfín que solo mata (esto no lo se lo van a creer) para comer. Véanse como humanos y comparen, háganlo y díganme a quién llamamos ballena asesina. La Orca es uno de los animales más inteligentes que existen: vive en manadas, caza en grupos usando estrategias, se comunica con un sofisticado lenguaje y es mamífero como nosotros.

Pero el asunto no se queda en lo de ballena asesina y au, porque tampoco Orca es el nombre más adecuado, puesto que Orca deriva de "Orcus", uno de los demonios del inframundo siendo muy pequeño y de color amarillo azufre mientras que la Orca es enorme y su piel es blanca y negra.

Siempre lo digo, la reputación es lo único bueno que tiene un escritor si lo es. Pues si habláramos de la reputación del humano ser, de cuál es su comportamiento con sus semejantes del mundo animal sería éste un mar de lágrimas... Háganme caso, lean libros para que luego no digan y les engañen.

Que pasen un buen día, y muchas gracias por estar ahí.

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