martes, 9 de septiembre de 2014

Y el verbo se hizo carne.

Se comenta que escuchar es un arte. Yo de eso no entiendo, tampoco si escuchar y oír es lo mismo. A mí nadie me escucha. Tal vez por eso escribo.

Debe ser hermoso abrir el corazón a alguien que sienta como tú. Que piense como tú es lo de menos pero que sienta como tú debe ser la hostia. Yo nunca tuve a nadie a quien poder abrirle el corazón. Una amiga a quien confiarle mis sentimientos más profundos. Eso de los sentimientos más profundos lo digo porque lo dice la vecina chismosa pero no sé qué quiere decir... Tal vez sentimientos inconfesables.

Que te escuchen y no te respondan, solo que estén ahí. Desde que dona murió no he vuelto a confesarme... Creo que me siento frustrado, solo mis damas de las SS me escuchan. Claro, esa debe ser la diferencia entre oír y escuchar. Ellas me escuchan porque luego me contestan...

Si al menos tuviera a quién escribir... vale que nadie me escucha, pero alguien a quien poder escribir, o mismamente cantarle... "qué bonitos ojos tienes debajo de esas dos cejas, qué bonitos ojos tienes...". Como no la cante a mí mismo ante el espejo...

Lo mío es más un diálogo de sordos... Lo bueno que nadie me contradice... Lo que digo va a misa sin corrección. Creo que no importa oír o escuchar si no entiendo o me entienden... Hablo de captar el verdadero significado de las palabras.

Hablar sin dialogar, escribir sin que te lean. Interactuar. Según las RAE, interactuar procede de interacción. "Que permite una interacción, a modo de diálogo, entre el ordenador y el usuario".

Como hay quien afina instrumentos musicales, ojalá hubiera quien afinara los oídos del corazón.

¿Y qué de los sordos en voz baja? Esos son los peores... Ya estoy llevando el asunto al terreno personal. Eso no. Mejor lo dejo por hoy. Mañana será otro día y quizá haya quien haga de su voz el verbo. Y el verbo se hizo carne.

Entonces se formó una nube que les cubrió con su sombra, y vino una voz desde la nube: "Este es mi Hijo amado, escuchadle". Y de pronto, mirando en derredor, ya no vieron a nadie más que a Jesús con ellos... Y discutiendo qué era eso de "resucitar de entre los muertos", le preguntaron: "¿Por qué dicen los escribas que Elías debe venir primero? Él les contestó: "Elías vendrá primero y restablecerá todo, como está escrito por el Hijo del hombre que sufrirá mucho y será despreciado".

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