miércoles, 13 de agosto de 2014

Manuel.

-¡Hola!.
-Hola, Manuel .
-¿Tienes algo que hacer?
-Siempre tengo qué hacer.
-¿Tienes cinco minutos para tomar café?
-¿A santo de qué?
-Eso, porque hoy es mi santo.
-Vale.
-Hace mucho tiempo que no nos vemos y quiero que me hables.
-¿De qué tenemos que hablar tú y yo?
-No has cambiado... siempre haciendo amigos.
-Vamos a tomar café, pero pagas tú.
-¿Qué te hice para que me trates así?
-Dejémoslo estar. ¿Así que hoy es tu santo?
-Sí. Llevo un ritmo impuesto por la gripe que no puedo permitirme ni un minuto de descanso.
-Si todo lo arregláis con analgésicos...
-Qué desagradable eres.
-Buen día. Café, por favor.
-Sí, también café, gracias. ¿Nos sentamos?
-Vale. Pienso que si un día no viniera el médico lo podía sustituir y seguro que los pacientes ni se darían cuenta.
-Desayunar cazalla es malo.
-Lo dicho, haría de médico. Es entrar por la puerta y preguntar dónde le duele. Creo que los síntomas de una enfermedad son, ante todo, un aviso de que algo en el cuerpo marcha mal. Así que... san analgésico. Yo haría lo siguiente: escribiría un manual para que el paciente se diagnosticara y medicara.
-No estaría mal.
-Y lo pondría en ese tablón donde tenéis el horario de consulta y la propaganda de los condones.
-¿Y qué dirías en ese manual?
-Lo tendría que pensar y asesorarme un poco pero te aseguro que sería capaz. Con lo que se aprende de las enfermedades en la sala de espera se sabe lo suficiente. A unos les duele ahí y no se pueden levantar, a otras con el reuma tampoco, y la del punto de cruz que además le duele el alma. Si preservamos el equilibrio natural de nuestro cuerpo evitaremos los grandes remedios que son sinónimo de los grandes males. Y considerando que si te sientes débil el propio cuerpo te pide reposo y más horas de sueño, lo demás cariño y comprensión, principalmente a niños y viejos.
-Aunque no quieras ser mi amigo me caes bien. He de volver a la consulta. Gracias por acompañarme en el café. Y tomo nota de tu propuesta, cuando venga el director de zona se la trasladaré.
-Eso, y si cuela quedarás sin trabajo. Ve, Manuel, ve y recuerda que lo mío es otra cosa; ve a trabajar y olvida que me viste hoy y mañana.

1 comentario:

  1. ¿Donide estas? ¿Ya regresaste de los altos de Europa donde casi me podías ver?

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