jueves, 26 de junio de 2014

Inherente a la vida.

No es que hoy me haya levantado en un tiempo pasado, pero este tiempo, como aquél, requiere de una cruzada con profunda conciencia solidaria. Esta crisis de inestabilidad perturbadora imposible de manejar por los que deberían saber y no saben es financiera además de política, moral, social, tal parece la Hidra de Lerna.

Cuesta vivir en un país metido en el túnel de la incertidumbre y el desasosiego. Se presenta un panorama que impide la evolución hacia el Estado de Bienestar de otro tiempo. Esta sociedad no se merece tanto dolor. Las franjas sociales ya solo son de ricos y pobres. Ni en la peor de las probabilidades lo podíamos imaginar...

Pasan hambre, los niños y niñas pasan hambre, no me canso, y los padres. Familias desempleadas arrojadas de sus casas sin dignidad caminan en la noche desvelada desahuciadas de la vida y el amor. ¿Volveremos algún día a navegar en el mar de la abundancia en la nevera? Trabajo, sanidad, educación, dependencia, pensiones... Y todo lo demás que es demasiado. ¿Si el pueblo pierde la esperanza qué le queda?

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