viernes, 7 de marzo de 2014

Memoria del pasado

El humano ser vive una vida plena gracias al amor. Necesitamos instruirnos en las artes del amor para crecer, para ahondar en lo que nos une, para ser más humanos. Necesitamos compartir dignidades ahora que esta dramática situación que vivimos nos las abolió. Dignidad restauradora.
 
Malamente se están poniendo las cosas para quienes se les niega la vida y se les trata como una mercancía. Nadie haya trabajado antes de la crisis y lo haga ahora podrá decir que esto no es esclavitud.

Tenemos que mirar con otros ojos nuestra existencia, valorar mucho más lo que somos y tomar en serio lo de convivir con las situaciones de miseria y violencia. Al fin, aunque nos pese tenemos que vivir en este escenario humillante que tortura sin miramientos.

Esta necesaria complicidad, este acompañarnos compañeros y compañeras, este obligado hábito de crear conciencia ciudadana para discernir la realidad nos puede salvar. Tenemos que cultivar los valores humanos, y también la utopía de futuro (fe) para reconstruir los sueños de un mañana más humano. Tenemos que avivar el fuego del encuentro afable, impulsar las relaciones colindantes fundamentadas en el respeto para que podamos hablar del renacimiento ciudadano. Demos sentido al amor lejos de cualquier fanatismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario