sábado, 1 de marzo de 2014

La corrupción tiene nombre de mujer

A una mujer, a pesar de sus maneras, no se le da bien eso del respeto y las buenas maneras. Y es que la corrupción cada es vez más dadivosa (puta quise decir, dona).

La corrupción es rubia como la Shakira, tímida como una bibliotecaria bien casada con su marido que llegó a la democracia para quedarse. (A la historia me remito). No hablo exclusivamente de mi país, cuya corrupción es evidente y se demuestra con solo una mirada a los medios. Va más veloz la corrupción y sus abusos que la policía y sus medios.
 
A los grandes corruptos les cuesta menos exhibir sus corruptelas que agrandarlas, cuyo pecado original siempre ha sido el mismo: los favores. El amiguismo tiene sus reglas que son más o menos actualizadas según el nivel de desarrollo institucional de cada país.
 
La corrupción va con la persona, pero quien no debiera acompañarla con su sonrisa burlona es la impunidad. La impunidad es el gran fracaso de la democracia, porque es el sistema que hace rodar la rueda de la fortuna y hace ganar elecciones. En el PP saben bien de lo que hablo, brillantemente precedido por el PSOE, que en eso del erario era más modesto, no por falta de intenciones sino por falta de Presupuesto.

La democracia burguesa y el imperialismo económico con sus imperfecciones en una sociedad enferma de pobreza, injusta, abandonada a su suerte. Mientras exista un electorado que prefiera la palabrería y no los ejemplos rodará la rueda, la rueda de la fortuna y poco o nada cambiará.

El “sistema” explica por qué todo partido político que llega a la presidencia tiene la necesidad urgente de crear sus lobbys para moldear la política a sus intereses; así, a través de diferentes prácticas crear sus fortalezas. Para los pobres, si quede algo, siempre habrá una canción que cantará Víctor Manuel: “El hombre que inventó la caridad, inventó al pobre y le dio pan”. (El tema de la corrupción no es tan simple como agarrar a una bella mujer por la cintura y bailar un "agarro").

4 comentarios:

  1. La corrupción, causa de muchos males de nuestro tiempo. Ahí tienes el Chapo compro muchas conciencias. Como dicen en mi rancho, "con dinero baila el perro" solo es cosa de llegarles al precio.

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  2. Pue yo me lo pensarÍa si el precio por mi conciencia lo mereciera. Eso de llegar a fin de mes cada día cuesta más. Con perdón. Beso.

    Salud.

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  3. Según mi conciencia no tengo precio, no hay nada que haga vender mis principios pero para alguien pobre y enfermo eso puede olvidarse con unos cuantos ceros. desconozco cuantos pero de que tengo precio no hay duda, nomas no lo diga en voz alta porque me escandalizo, digo hay que guardar las apariencias de mujer proba e incorruptible.
    Antes muerta que sencilla.

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  4. Todos tenemos un precio y todo se compra y se vende. De acuerdo. Beso.

    Salud.

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