lunes, 17 de febrero de 2014

Solidaridad

En un país pobre de solemnidad, no podemos ser egoístas en su íntima esencia, no podemo primar el interés personal sobre el colectivo. Tenemos que ponernos al servicio de todos estableciendo vínculos de solidaridad. Nos falta armonía para combatir las tremendas desigualdades que se vienen padeciendo. Se han destruido las políticas sociales y estos desajustes, y otros, van generando un ambiente que no favorece la convivencia. Y consecuencia de esta situación aparece la violencia por la subsistencia. Pero la violencia no es el medio para subsistir. Debemos reivindicar derechos. Es hora de promover la auténtica justicia social que nos insta a estar junto a esas personas excluidas. Tenemos que cambiar las maneras de vida, ser más sensibles y vencer la indiferencia, desprendernos de las ambiciones que nos esclavizan, ser más humanos y llevar menos aires de superioridad. Tenemos el deber de acercarnos a los que realmente nos necesitan. Tenemos que recapacitar y crear una aproximación más auténtica. En el país del fraude y la corrupción, la indiferencia se sirve en bandeja. Nada es lo que parece. Cada uno camina a lo suyo obviando el interés general. Es fundamental que tengamos el mínimo vital en una sociedad en la que aspiramos que actúe la justicia social exigiendo a cada cual lo que pueda aportar por el bien colectivo.

10 comentarios:

  1. Nos falta humildad para no sentirnos superiores. Tenemos que estar convencidos que el blanco de ojos azules vale lo mismo que un moreno de ojos cafés o un negro de piel radiante. Debemos estar convencidos que todos somos iguales, pero como eso no puede ser, seguiremos sintiendonos superiores algunos. Seguiremos aplastando al que se deje y desde nuestro trono de superioridad ver por encima a los que menos tienen y no tenderles la mano porque no estamos acostumbrados a ver a los de abajo.

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  2. Buenas madrugadas... ¿De dormir qué? De Enrique ya sé. Beso.

    Salud.

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  3. Buenas, has escrito muy temprano. Acá apenas acabo el domingo. ¿Enrique? No lo veré, no hay dinero para las medicinas -supongo que esto no debo decirlo porque es penoso- menos para ir al ultimo concierto.

    Dicen que hay mas tiempo que vida, entonces espero verlo en su próxima visita. No pasa nada, mas se perdió en la guerra.

    Te dije ¡Hola!

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  4. Me dijiste ¡hola! ahora.

    No se debe tirar el dinero... Hablo de ver a Enrique. Debiera pagar él por verte a ti. Beso.

    Salud.

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  5. Si perdón, esta cabeza mía.

    Siempre aplazo conocerlo porque ya soy mayor y me daria pena me viera con bastón y temblando y patatí patata.
    Es como una especie de sueño, cuando estoy a punto de lograrlo abro los ojos para seguir saboreando el momento que yo misma no quiero que llegue.

    No estoy enamorada de el, ni siquiera se nada de su vida, no me interesa. Lo que me atrae es su música depresiva de frases robadas. Eso es lo que me atrae.

    ¿Sabes que desde que cuido a Natalia no lo escucho? No quiero que sea depresiva como yo y escuchandolo eso pasara. Ella es muy sensible, tengo que tener cuidado con eso aunque no se que música ponerle prefiero que sean solo nuestras voces las que se escuchen.

    ¡Chin! Perdona, escribí largo.

    Por cierto esto que acabas de decir es muy bonito. Me hiciste sentir bien, gracias por ello.

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  6. Cierto, te veo muy mayor. Lo definiste tal cual: es un cantante depresivo de frases robadas. Beso a La Bella. Y gracias por el final. Beso.

    Salud.

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  7. Bueno, tampoco muy mayor, normalita para mi edad. Graciias por el beso a la muñeca, al rato se lo doy.

    Beso y salud entonces.

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  8. La solidaridad es la única alternativa real ante la injusticia...económica!

    Un cordial saludo
    Mark de Zabaleta

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  9. Tendremos que hacer, como sociedad, funciones de gobierno. Muchas gracias.

    Salud.

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