sábado, 18 de enero de 2014

Rajoy y Obama

Un sábado de fieles difuntos, creo necesario aprovechar la ocasión que me brinda el conocimiento y un día de pena para contar cosas de mi pasado reciente. De lo que hacía en mi ocupación productiva.

Diré que principalmente me dedicaba a pensar y a interpretar la vida de los demás con dona. Pero también asesoraba a políticos y líderes mundiales. De ahí que tenga tan buenas relaciones con el más allá. "Ese hombre cree en Dios, y a veces no se da cuenta que solo es un arlequín, un payaso, un juguete del destino", decían a mis espaldas. Tan solo una amiga hablaba de mí como una persona capaz de liberar al mundo de todas las miserias y aplastar los egos, hasta de ese hombre perseguido y abofeteado en público. Aún no se sabe quién es... quizá sea un plasma.

-¿Un plasma?
-¿Qué plasta?
-Una cataplasma.
-¡Ah!.

Lo único que de momento demostrará el presente es que en este planeta si hay una esperanza se llama Rajoy. De modo pues -así hablaba de los milagros con Obama-, un hombre para ser poderoso en la Tierra a de triturar sus vanidades. (Nadie borrará del Libro gordo de Petete lo que Rajoy, líder mundial, diga vivo o muerto). "Usted, señor Obama, sí, usted mejor calle, al menos hasta que deje de espiar a sus aliados y cierre Guantánamo".

Ayer, precisamente Obama hizo unas declaraciones modelo Juan Carlos I de todas las españas: "Lo siento, no volveré a espiar a mis aliados. Y de cerrar Guantánamo hablaremos en primavera que las mariposas vuelan libres".

2 comentarios:

  1. Si la esperanza se llama Rajoy estamos fritos. Y del fisgón de Obama ni hablar, ni quien le crea.


    Por cierto por acá anda Aznar aplaudiendo el buen rumbo que lleva Mexico y las expectativas que el mundo tiene de nuestro país, ¡Vaya con el!

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  2. En el primer descuido que tengáis os vende su biografía completa. Beso.

    Salud.

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