jueves, 9 de enero de 2014

A una amiga parca en palabras

Esta noche me mortificaba con un angustioso conflicto de intereses sentimentales, cuando de repente me percaté que estaba viviendo una paranoia. Mis paranoias me aterran. Son locuras, pensamientos que son y no. Es jodido. A veces puedo apartar de mi mente alguno antes de que se apodere de mí. Mis pensamientos, paranoias o no, me desvelan en medio de un absurdo que, como un hilo interminable, va envolviendo la tranquilidad de mi estado mental en una tormenta de incontrolables y absurdas verborreas.
  
No lo puedo evitar, soy débil, así, haciendo uso de una desinteresada disposición a sentir profundo, opté por revivir experiencias de unos días atrás donde la desdicha me acompañó hacia otros duelos donde se vive la paz y la armonía a la sombra de los cipreses. A veces prefiere uno estar muerto en uno de esos cementerios donde se cumplen las leyes y el respeto colindante. Allí acaricié el viento frío, pero también me sentí tranquilo contemplando la lucidez y el valor de cada persona muerta; la amistad, también la cortesía y toda una dinámica de experiencias respetables. Añoranzas de tiempos recluidos del pasado, pero no iguales a los actuales, porque esos pensamientos irregulares de ahora no son serenos como los de antes. Virtudes de convivencia conforme a las normas del desafuero. No siempre me doy cuenta que esas alteraciones provocadas en mi psique se manifiestan rígidas en el transcurso de una cotidianidad que ya nunca será igual. Por ahora, solo me queda sentirme satisfecho en general.
  
Puedo asegurar que la conducta que armoniza con el pensamiento produce dolor de de alma. En un paisaje de sentimientos contrariados con apariencias esqueléticas, hago de una relación un fracaso. No se puede decir que aquí todo es perfecto, pero en ese juego de consciencia gregaria y configuración mental de lo cotidiano, los sentimientos me permiten hacer planes de futuro. 
  
A una amiga parca en palabras le diría que lo que importa es lo que se siente y no lo que se dice... Yo, cuando quiero oír palabras sobre palabras enchufo la televisión, y cuando quiero sentir pienso en quien bien me quiere. En alguien como ella que me lee en el silencio... (Que no te enteras quién es quién).

2 comentarios:

  1. Es que lo que se siente es difícil de expresar. Las palabras confunnden los sentimientos. Y yo que ni ke entero.

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  2. Días tiene uno... o una. A fin de cuentas... Beso.

    Salud.

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