lunes, 16 de diciembre de 2013

¡Traición!

Todo, y si digo todo es todo, está de pena en este país. Siempre empiezo aportando mi particular punto de vista de la situación que vive este gran país sin merecerlo y, a pesar que al final intento dar una esperanza, no siempre creo haberlo conseguido. 
   
Viniendo con Patricia por nuestro acostumbrado paseo por Les Seniaes, me dice que la llamaron del paro para hacer otro curso de 45 días de Arte Contemporáneo. Mi hija con tal de estar ocupada hace lo que le manden. Y dice que se apuntará. No está obligada ya que nunca cobró desempleo porque nunca trabajo. Pero el Arte que a ella en un curso acelerado le puedan enseñar lo aprendió en el instituto. Doctora en Historia del Arte no creo que en un curso acelerado le puedan enseñan mucho más de lo que sabe. Ni siquiera los cursos a los que pueden optar los parados de este país tienen sentido. A mi hija le tendrían que enseñar cómo se apilan las latas de garbanzos en MERCADONA, o las tablas en IKEA, en ese plan. Por si un día la llamaran para trabajar. Es lo más cerca que estará del Arte que le enseñaron en la facultad: apilando latas de conserva, tablas o lo que sea. No sé. Y si digo que no sé no sé.
  
¿Quién tendría que dar explicaciones a mi hija y al 65% de los jóvenes parados de este país? Los padres nos sentimos culpables. Pero los padres tampoco sabemos porqué padecemos esta situación que mata a familias enteras. 
  
Como ráfagas de malos pensamientos y en determinadas circunstancias llenas de prepotencia y altanería que más bien parecen burlas hacia los que siempre pierden, uno no sabe qué hacer para que las cosas nos vayan mejor. Solo sé que el pueblo no es culpable, ni de vivir por encima de nuestras posibilidades. Ellos nos metieron en este tinglado. Ellos son culpables y no el pueblo. Y pedimos que nos saquen de este marrón para no morir por causas desconocidas.
  
Yo, imperfecto como el que más, no deseo ser como los que se creen perfectos: solo yo, solo tú, solo nosotros podemos como una gran marea de colores salir a la calle y decir que vasta ya de recortes y malas intenciones... Mejor ser imperfectos que ser unos hipócritas mentirosos que viven escondiendo sus acciones detrás de falsedades en busca de una perfección que anida en sus insanos procederes. 
  
Para este final que no encuentro una salida esperanzadora, propongo que se active la ética y la moral del pueblo, y todos y todas pidamos la dimisión del gobierno en bloque antes de que sea demasiado tarde. Que de nuevo la Merkel formó gobierno y eso nada bueno nos puede traer, considerando que Rajoy dijo que ya veríamos que haría con nosotros... ¡Joder, dona!, ¿y ahora qué más tendremos que sufrir? 

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