jueves, 21 de noviembre de 2013

Las incapacidades de Rajoy

"Porque las cosas no se aclaran nunca con la mentira ni con el silencio". Pablo Neruda.
 
El cáncer de la corrupción se expandió y ahora reina la desolación. Es cuestión de tiempo, como lo nuestro amor, como lo nuestro.
 
En este devenir increíble y real, el cáncer de la corrupción se ha expandido por nuestras clase dirigente y ya son inmortales; esos mismos políticos que solo con su presencia denigran a los demás políticos honrados. Los políticos peor valorados por la sociedad. Nadie los cree porque nos mienten. Y en eso andamos hoy, cantando miserias con afonía.
 
Rajoy nos distrajo con solemnidades cuyas actuaciones no alcanzaron el sentido común tratándonos como ignorantes. Lo malo fue pensar que todo iba a cambiar, pero esa ilusión se difuminó según iba transcurriendo el tiempo y esclavizándonos con cadenas de compromisos indefinidos que adquirió con la UE. Recortes y subidas de impuestos. Y ahora vivimos en medio de la incertidumbre en la cual dependemos de los mercados especulativos y de complejidades amenazas. Si lo tuviera que explicar, diría que vivimos la irrealidad de una pesadilla que el pueblo no entiende ni entenderá. La pobreza para el pueblo y para los políticos sueldos y jubilaciones blindadas de escándalo. Y todo bajo el manto de la impunidad. Nos abandonaron en el limbo y todo apunta que no vamos a volver, al menos al país que conocimos antes de la crisis. (La incapacidad de Rajoy para definir prioridades es de antología y llanto).
 
Pero es noviembre, pronto será Navidad y nos amaremos todos y todas, y esta sociedad fallida se olvidará por un tiempo quién es y lo que debe... Quizás a este invierno tan largo que nos espera lo salude feliz algún atardecer o un sueño con sombras vencidas por un rayo de sol y una esperanza.
 
Ojalá un poeta con su poesía nos salve. Pero el poeta suspira y se difumina entre la imaginación de las palabras... ¡Salve poeta!.

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