domingo, 10 de noviembre de 2013

Dios existe, según La Biblia

Soy hombre de palabra que respeta sus compromisos, pues bien, el tema que hoy me obliga a escribir me hace dudar si debo o no respetar una promesa. Mi esposa me obligó a prometer que iría a misa los domingos si Jesús el Cristo le concedía algo -no me dijo qué-. Mi esposa sabe. Y yo: primero que se cumpla algo y luego ya veremos: eso de "hágase tu voluntad" no va con mi carácter.
 
Yo no soy de mucho ir misa, entierros y eso, pero si mi esposa me dice que vaya tendré que ir, innegociable, ay, como el sueldo de los políticos. Entonces decidí preguntarle a Eugenio (de pequeño fue monaguillo y sabe) para que me explicara y no hacer el ridículo en misa (donde fueras haz lo que vieras), y me dijo que para ir a misa hay que creer en Dios sobre todas las cosas, y para creer en Dios hay que leer La Biblia. Preciso leerla, me dijo, para encontrar la revelación de lo que es Dios. En la Biblia se encuentran los detalles sobre la personalidad y las acciones del Creador.
 
Ni me imaginaba que para creer en Dios había que leer La Biblia. Me intrigó más el asunto después de hablar con Eugenio. Y lo que más me intrigó fue que me dijera que en el texto sagrado la existencia de Dios se da como un hecho incuestionable. Que no aparece un solo personaje bíblico haciendo preguntas sobre tal o cual asunto, incluso sobre Él. Todos asumen a Dios como una realidad natural. Y los patriarcas, los profetas, los jueces, los sacerdotes y hasta la gente más humilde hablan de Dios como alguien a quien conocían de toda la vida.
 
Los hechos en la Biblia se limitan a la relación de Dios con el pueblo; cada detalle de esa relación pone de manifiesto el pensamiento de Dios para con el pueblo. Es todo sorprendente a la vez que incomprensible. Entendería que fuera el poder que tiene en sí mismo el que lo posibilitara, pero no. Tampoco entiendo por qué no existe otro medio revelador de la existencia de Dios que La Biblia. Debiera leer La Biblia, las circunstancias me obligan, pero es demasiado gorda y mi paciencia la reservo para mi esposa. Además, hay quién considera que después de leerla es más fácil demostrar la existencia de Dios que tratar de encontrar, por los que no la han leído, razonamientos, argumentos y pruebas que digan lo contrario. No sé, lo cierto es que Dios existe, según La Biblia.

4 comentarios:

  1. En esta vida no creo leer La Biblia entonces me quedare con la duda de si Dios existe.
    Debias hacer caso a tu mujer, ella sabe. Igual no me hagas caso, en asunto de dos no se debe uno meter :P
    En la misa tiendo a ver la cara de los santos, casi todos la tienen de aburridos. Supongo no es grato todos los dias estar oyendo lamentos de gente desesperada.
    Lo único que me gusta de la misa es cuando dan la bendición y el sacerdote dice: Podéis ir en paz la misa ha terminado, lleguenle a su casa, a enchinchar a otro lado, ¡Cuelenle! O como dicen ustedes, ¡Hala!

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  2. Pues sepa la bola si tengo o no fe religiosa, lo que si tengo es mucho sueño y ya me voy a dormir antes de que el diablo me lleve. Con eso de que ya van a ser las cuatro de la mañana - hora del diablo- no vaya a venir por mi y me cuente entre sus huestes.

    Hasta mañana de soslayo, un placer como siempre.

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  3. Cuestión de fe, o eso dicen al menos. Tema complejo, yo me defino como creyente en Dios pero no en la Iglesia, y así ha sido desde que con 17 años en el viaje de estudios visitamos el Vaticano y yo salí sumamente indignada con las riquezas allí almacenadas. No voy a misa, no me gustan los sermones pero si la iglesia, así pues las suelo visitar cuando no hay nadie. El silencio sepulcral -nunca mejor dicho- me suele dar paz o tranquilidad o vaya a saber qué. Cierto es que hay curas que bien merecen un trozo de cielo. Cuando mi querida adolescente hizo su primera comunión -porque ella quiso, hoy atea del todo- mi madre me obligó a confesar -terrible lo sé, 34 aaños y así estábamos aún- a lo que voy, lo que hice fue echarle un rapapolvo al sacerdote, porque de aquella era cuando la iglesia había decidido no dar la comunión a los divorciados y le hice saber mi disgusto -no porque me importase más o menos comulgar sino porque no me gusta que me traten como a una apestada- El buen hombre, al que la verdad tengo aprecio -el cura de mi parroquia- fue muy consecuente, resumiendo me dijo que él era quien decidía a quien dar la comunión o no, y desde luego, a una mujer madre como lo había sido la Virgen María, no pensaba negársela. Hablas de creer en Dios y yo me dedico a criticar a sus representantes, pero es que ellos mismos son los que ahora mismo están provocando tales dudas.

    Un besu

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  4. Jajajajaajjaajajajajaj, bien sabes tú que no. En la villa moscona no hay colegios de pago y los soldadores de la época con cuatro fíos, bastante hacían con mantenernos. Y por cierto, si alguna vez se me ocurriese votar al PP mis abuelos serían capaces de levantarse de su tumba.

    Besu bicho malo ;-)

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