domingo, 27 de octubre de 2013

Te quiero demasiado

Las olas de los ensueños son como la brisa del mar en el amanecer de un día de otoño que no se entera que ya no es primavera. El otoño tiene sus encantos ¿para qué entonces pretende ser primavera? Cada cosa a su tiempo. Como el otoño tú, te aconsejo que no tardes demasiado, que el tiempo pasa, y el reloj, tic, tac, tic... No dejes transcurrir tu tiempo sin amor. No debes seguir llorando, camuflándote entre la hiedra de tus sentimientos. Enséñame ese lunar que presiento es como un jazmín que no se atreve, enséñame y yo te enseñaré: aprenderemos juntos, jazmín pisado antes de nacer. El jazmín le cuesta florecer aún impaciente porque crece bajo la sombra de su entorno. Si no te amara ten por seguro que te odiaría. No te vayas de mi vida. Si tú te castigas ¿quién me perdonará? Todo lo daría por beber tus mieles... Escribo hoy lo que mañana rompo en mil pedazos. Mis versos no te llegan, ni siquiera caen cerca de ti. ¿Acaso soy tu enemigo y debo odiarte? Nunca te odiaré aunque no me ames. Te quiero demasiado.

6 comentarios: