lunes, 14 de octubre de 2013

La esperanza se cansó de esperar

Solo transitaba la esperanza por mi vida... Alma, corazón y vida y nada más, como el bolero.
 
No hago bien en mantener conmigo una lucha interna que no me ayuda a mejorar mi salud mental. Tal vez debiera perdonarme -eso me dice-, por no ser culpable. Sé que no soy culpable, que mi alma sufre, y luego aparece la ansiedad y la jodida depresión.
 
Quien perdona tiene mejores relaciones interpersonales y se siente libre, y feliz, y estupendo, incluso duerme mejor. Reconociendo lo complicado que es perdonar, aún es peor olvidar, tal vez por eso no perdono. Y lo de poner la otra mejilla no va con mi religión. Así que tampoco.

1 comentario:

  1. Dios perdona dicen los católicos o las madres. ¿Yo quien soy para perdonar?

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