miércoles, 30 de octubre de 2013

Díganle...

Científicamente está demostrado que el silencio tiene efectos inmediatos en las personas, y con alguna rara excepción siempre negativos.
 
El silencio eleva los niveles de cosquilleo en el estómago que tienden a producir efectos indeseados en el organismo, particularmente en el cerebro: en el "Día Mundial del Ictus" conviene recordarlo especialmente. 
 
Una investigación realizada por una prestigiosa universidad extranjera entre hombres y mujeres adultos, demostró sin ningún género de dudas que el silencio disminuye las defensas naturales del organismo. Otro estudio, este ya de cosecha propia, me llevó a la conclusión que el fuerte efecto psicológico que produce el silencio, quizá consecuencia del abandono por temor al desengaño, a tropezar de nuevo en la misma piedra, a otra decepción mayor, repercute en la salud mental de manera preocupante, sin duda, motivo de posteriores padecimientos psiquiátricos.
 
El silencio es traidor y vengativo, y reivindica su condición de manera entusiasta; no obstante, desde la abolición de la ley del asociacionismo, las relaciones interpersonales se han beneficiado, la gente ya tiende a agrupase y a fomentar la amistad con multitud de excusas. Pero a veces surgen situaciones extrañas que sin saber por qué la fuerza automotriz se bloquea. Es una de esas circunstancias raras con intríngulis caminos escabrosos vedados a la razón.
 
Profesionales de la bata blanca se han especializado en la mecánica automotriz de personas que pasan por esta complicada situación, y por unanimidad llegaron a la conclusión que el silencio no es la solución... Los motivos pueden varios, desde pequeños malentendidos que por no darles una rápida salida se aferran a las entrañas y vaya por Dios, o por creer que están lo suficientemente claros y manda güevos. Hablamos de amistad y una segunda oportunidad se hace necesaria. Eso es así, y a pesar de no ser habitual que ocurra a personas de buen corazón con muchos años dedicados a cultivar la amistad, ocurre.
 
La recomendación básica es evitar el silencio como método de salud preventiva, y para ello, retomar la confianza en la amistad es la salida y el fin a todos los males.
  
Lo verdadero, es que como sociedad estamos necesitados de personas buenas comprometidas con la vida y la amistad. El caso es que yo... por favor, si alguien conoce... díganle que yo también creo ser buena gente. Díganle que me gustaría que todo volviera a ser como antes... Díganle...

2 comentarios:

  1. Ai esta, el silencio en la amistad no es oro. Es un poco de dolor y angustia en la panza. El silencio es como tener un jazmín de plástico. De que sirve tenerlo sin aroma,

    Beso de soslayo

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  2. ¿Lo ves? El silencio dice mucho y no precisamente lo que es.

    No calles.

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