sábado, 7 de septiembre de 2013

Una amiga y el G-20

Una amiga dice que la verdad siempre, aunque le cueste la vida. Es valiente mi amiga, yo no la defendería... A la verdad, quiero decir, a una amiga sí. Ella está por encima de mis miserias...
  
Nos rodean sociedades cercadas por las injusticias, envueltas por la sinrazón, acorraladas por los desequilibrios gobernados por monstruos sin corazón. Tan solo hay que abrir la ventana de la realidad y ver cómo nos ciñen las tensiones y nos domina la maldad.
 
La ideología funesta de la perversidad suplanta la verdad. Ya nada es ético. Como tampoco es moral la riada de ciudadanos que cultivan la deontología. Bajo este entorno mundial de violencias debiéramos actuar, pero nunca con cañones, sino con balas de rosas rojas y la mirada puesta en un orden mundial más equitativo. También la economía necesita de normas honestas e igualitarias para erradicar el hambre y la pobreza del mundo. Tenemos que invertir en ética; pero en una ética genuina, así podremos fomentar la solidaridad y la responsabilidad ciudadana. Hasta ahora ha prevalecido el consumismo, el despilfarro de pocos en detrimento de muchos, la ineptitud de algunos líderes mundiales, el negocio frente al razón. Estamos infectados por enfermedades causadas por la insensibilidad que se ha universalizado. Podemos quedar en la calle con el corazón destripado sin que un brazo pegado a un hombro nos socorra. Hagamos nuestro el pensamiento: "en la vida lo mas importante es la vida". Que la vida se nos puede ir... se nos va en un segundo sea cual sea la posición que ocupemos en ella. La vida sea buena o mala pasará al margen de nuestra voluntad. Avancemos por el camino de la verdad y tomemos conciencia de que somos dignos de ser sin importar en que posición nos encontremos, porque las cosas no son como empiezan (y ya empezaron hace tiempo y les pasó de soslayo) sino como acaban... señores de la firma ayer en el G-20 contra Siria. (Una amiga le diría no a Obama, pero una amiga no es Rajoy).

1 comentario:

  1. ¿Te imaginas que las balas fueran rosas? Yo imagino que la bala al llegar al pecho del "malo" este se hiciera "bueno" y que tuviera oportunidad de redimir sus culpas pero eso es una utopia como las que suelo no tener.

    Ayer vi a una persona en peligro de muerte y recordarlo hace que algo se me atore en la garganta. Somos tan poco valiosos para otros.
    Un abrazo

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