Dios experimentó conmigo
y me hizo desgraciada,
pero no se me da la gana.
No se me da la gana
porque tengo quien me quiera,
necesidades que cumplir,
y mucho amor por entregar.
No se me da la gana
porque aún no he visto en su plenitud la floración del azahar en Les Seniaes.
Ni el Mar Caribe.
Ni el Mar Mediterráneo.
Tampoco un pelo cano pegado a un teclado.
No se me da la gana
porque tengo que arrancar
una sonrisa del alma
a quien bien me quiere.
No se me da la gana
porque el cementerio está muy lejos,
y la piedra es muy pesada,
y la noche larga y fría.
No se me da la gana
porque quiero vivir
y ser feliz.
Y compartir.
Como diría Sabina, "El cura que ha de darme la extremaunción es todavía un monaguillo", asi que de morir nada y de vivir mucho por lo menos este día.
ResponderEliminarCon este escrito, ¿Quien puede ser desgraciada?
Te felicito, es muy bonito.
Te dejo un abrazo pleno.
Todavía me falta mucho por ver y si tengo suerte puedo un día conocerte. España no esta tan lejos, nos separa un mar pero por mucho que sea el mar siempre se puede cruzar.
ResponderEliminar:)
Eso sí. Muchas gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.