viernes, 27 de septiembre de 2013

La arrogancia de Rajoy

"Un político es una persona que proclama a los cuatro vientos que le preocupa la miseria de quienes no le importan un comino". Christopher Morley.
  
Un político con aspiraciones a trascender no tiene demostrado trabajo social dirigido a los segmentos de la población más débiles. Hoy, con la aprobación en el consejo de ministros del proyecto de ley que regula el nuevo modelo de revalorización anual de las pensiones, desvinculado del IPC, la pobreza es una gran fiesta donde el buen vino y los canapés de caviar no faltan.
 
Presiento que cada día a muchos votantes del PP les cuesta más decir, Señor Presidente, ¡viva el vino!. Ego herido... vuelva usted mañana, ahora toca mayoría absoluta; ahora toca "apisonadora". Solo después de saber lo que le cuesta al pueblo una mayoría absoluta en malas manos nos damos cuenta de la ausencia de las libertades, del Estado de Bienestar. Del silencio y del olvido. Que bueno sería que la paciencia, fruto de la inteligencia emocional calmara el ánimo, pero no. El pueblo no se considera bien administrado, más bien se considera maltratado y asesinado como El Toro de la Vega. Demasiado está Rajoy acostumbrado a que le den la razón los grandes empresarios, las grandes fortunas y los sobresueldos nominativos del PP. Así es imposible que ponga los pies en el suelo. Rajoy no es el mejor presidente en lo que tiene que ver con el marketing político, la oratoria, la conexión humana y la verdad. Hasta que un día aparezca una encuesta y confirme la posibilidad cierta de una alternancia seria seguiremos padeciendo la arrogancia  del Rajoy. ¡Ay, dona, qué falta nos hacía a ti y a mí respirar un poco de aire fresco, pero ya ves, tu muerta y yo sin alivio de pena!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario