miércoles, 28 de agosto de 2013

Ya parará

A propósito del perdón de los pecados, asumo las palabras de una amiga que dice que nunca llovió que no parase. Es sabiduría popular, pero en su boca es más una sentencia. Está convencida que si llueve tarde o temprano parará. Entonces se deja llevar. Ya parará.
  
Hay tiempo para hablar... para callar. Hay tiempo para pedir que callen los demás, aquellos que ya hablaron... Hay tiempo para perdonar... Solo deben hablar los pecadores... Solo deben hablar los ofendidos... Solo deben hablar los hombre y mujeres de buena voluntad.
  
El tema del perdón, el borrón y cuenta nueva, el dar antes de pensar en recibir, son temas ideales para escribir.
  
Yo no he amado a mis enemigos ni he salido a abrazar a los que me odian. No he rezado por nadie, ni siquiera por mí. No he perdonado a los que me han herido u ofendido. Hundido en el dolor de una ofensa, no he pedido a Dios que perdone precisamente a los que me están ofendiendo "porque realmente no saben lo que hacen". No me he liberado de mis rencores... No he sido capaz de expandir mi corazón por el mundo.
  
En mi caso, y porque no creo en el perdón, deseo siempre perdonar, porque es un buen negocio... La tranquilidad, la alegría que se recibe al perdonar, o al pedir humildemente ser perdonado, no tiene comparación con el sufrimiento que produce la pena y el dolor de cabeza, la rabia del rencor, la venganza: nada de eso vale la pena. Perdona o pide perdón y vive la vida feliz. (A Dios rogando y con el mazo dando).

1 comentario:

  1. Mmmm no se, a mi nunca me piden perdón, porque por ser lengua larga y pronta al hablar termino por ofender, será por eso.


    Será por eso que la que termina pidiendo perdón soy yo. Asi que nunca sabré de la tranquilidad que otorga el perdón.


    Cuidate.

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