La justicia en este país

¿Es igual o no para todos? Hablo de la justicia porque a los pobres de pan no podemos sino confiar que es igual para todos. Y parece que cada día nos ofrece menos credibilidad. Un político hace treinta años, Pedro Pacheco, dijo que era un cachondeo. Si hace treinta años la justicia era un cachondeo, ¿qué será ahora? La rubio manchego dice que quién la haga lo pague. Lo dijo tal vez antes de tiempo, quiero decir que quizás hoy no lo dijera, pero lo dijo, y se refería a la financiación ilegal del PP. Pero si hablamos de la financiación ilegal del PP tenemos que generalizar, porque todos los partidos políticos se financian de la misma manera: erario y comisiones.
 

Donde no hay vergüenza no hay miedo. Unos a otros se cubren las espaldas, aunque de cuando en vez, torpes con hacienda, se entregan a la justicia sin miedo y sin sanción con el convencimiento que delinquir sale barato. La impunidad es más vieja que los tiempos, y a nadie matan por robar. Es una confesión atada a la distancia, y también a la impunidad de los poderosos.
  

Que la sociedad no renuncie a su sacrosanto papel fiscalizador. Pero hay que ser objetivos, en nuestro país son abrumadores los trofeos de la impunidad a base de mentiras de todo queda en casa y cada uno se lava su rota sucia, porque todo queda suspendido en el orden de la palabra y no de la existencia. Pero el problema para mí siguen siendo los "vivos". Los que mandan, los que deciden, los que pisan, los que pegan, los que meten la pata, los que insultan, los que hieren. Los que no toman por estúpidos. Siempre lo digo, el pueblo que es excluido de su condición de ciudadano está obligado a matar o morir: es lo único para lo que sí hay una respuesta, desde luego contraria a derecho, incluso adversa a "cárcel o muerte".
  

Todo es absurdo, porque ese mensaje no les llega. El mensaje que les llega: "Lo que no se puede ser es pobre, salgamos pues de la pobreza como sea y seremos impunes". La justicia en este país tiene grandes logros, pero también tiene grandes desvergüenzas y grandes intereses.
 

"Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo." Albert Camus.