martes, 27 de agosto de 2013

Ciega por dentro y fuera

Una bruma espesa se enrosca en su cabeza,
turbios pensamientos aparecen y desnudan otras vidas;
de su boca salen palabras cansadas, irritables con olor a groserías:
tristezas de un corazón ciego en su celo.
 
"No sé escribir mi historia de amor".
 
Una dama se lamenta en su ceguera por dentro y fuera,
mientras una bruma espesa la desabrida indefensa.
El olor a groserías no se va de su boca,
despojada de inspiración no sabe...
Solitaria dama:
¿quién pudiera poner un cascabel en tu cuello libre de ahogos?
Tú que desdeñaste la embriaguez de los jazmines y el azahar de un paraíso,
el buen tiempo perenne,
por la lluvia que moja otra piel en tu piel...
¿Te remontarías si pudieras a otros tiempos?
Pero ahora no eres capaz y tus años no te dejan,
y además tienes miedo a estar sola...
¿Recuerdas cuando cientos de retinas te miraban?
La vida se vive una vez
-el tiempo, el bien más preciado que tenemos es gratis y lo despreciamos-, una vez: la vida se vive solo una vez.
 
Si cuando vemos nos miran, ¿cuándo no vemos también nos miran?
Un espejo pequeño de bolsillo le recuerda otros tiempos y otra vida...
Es fantasía, porque solo se vive una vida... ¡Es cierto!. 
 
¿Y entonces?
 
¿Quién me regala cada día al alba bajo el mismo cielo un verso?
¿Quién me regala cada día un ramo de azahar?
¿Quién me regala cada día una pizca de alegría?
   
¿Dime quién eres?
   
Y elevando una plegaria con sus manos indefensas el cielo...
(Gracias... de nada).

3 comentarios:

  1. Ante la pregunta principal nadie contesta a no ser por los grillos que habitan el patio trasero.

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  2. Por menos que a cualquiera me dan ganas de decirte no puedo, aunque quisiera, porque bajo chantaje... (vaya atrevimiento). Muchas gracias, Beso.

    Salud.

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