lunes, 15 de julio de 2013

Qué reglas para escribir...

Berta Piñan me dejó mal cuerpo con sus reglas. Qué reglas para escribir...
 
Claro que hay leer y documentarse para escribir. Pero observar la realidad si no es para dar soluciones qué sentido tiene... Tanto como remover olvidos. ¡Joder, dona, qué gana de deslucir un lunes que presumía especial!.
 
No todo está tan claro para escribir... ni se puede escribir de todo. Hablo de cada cual. De lo que le gusta a unos y otras escribir. Como el lector: un libro no gusta a todos los lectores, cada cual tiene sus gustos. ¡Joder, dona, como la vida misma!. Si todos fuéramos iguales seríamos del PP. Perdón, quise decir de los del PP en asamblea. Que no todos los del PP son iguales. En las asambleas del PP, según mis informadoras, lo que diga la rubio manchego va a misa. Aquí paz y después gloria y todo aprobado por unanimidad. Amén. Así dicen mis informadoras que son las asambleas del PP. Y yo pongo la mano en el fuego por mis informadoras ¡oiga!.
 
Para mí escribir es gratificante, y también leer, y observar la realidad diga lo que diga luego porque hay esperanza. Pero qué sentido tiene hurgar en la memoria... Dejemos a cada cual que recuerde lo que le interesa, lo bueno y no lo malo, si es que puede. Bastante pesado es llevar el día a cuestas como para llevar también el pasado...
 
Hay una niña hermosa que viene por casa de cuando en vez, la niña Atenea, hija de una amiga también hermosa que, cuando le digo y no me entiende, siempre me pregunta (y no es gallega) ¿sabes qué? Para ir a lo suyo y yo que me meta en mis cosas y la deje en paz. Qué razón tiene la niña Atenea, cada cual a lo suyo, a sus asuntos y nada más. Yo, si hablo de recordar, solo recuerdo olores y sabores de mi pasado, entonces, corramos un tupido velo...
 
En cada instante un sueño; en cada habitación una cama; en cada cama un amor partiendo a gritos la soledad... En el transcurrir de cada cual y cada día, hay algo que merece la pena contar, pero hay que ser selectivos, no vale recordar olvidos ni contar miserias, solo vale cantar alegrías. Y ser feliz.

2 comentarios:

  1. ¿Aquí ya comenté? Ya ni me acuerdo como era de madrugada, a veces sueño que hago cosas y luego despierto y no es así. Sepa a bola, esta forma suya de aprobar comentarios a veces me destantea.

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  2. ¡Oh! Antes tenía informantes y ahora tiene informadoras, mmm...

    Si se habla de recordar, bloqueo mi mente ante malos sucesos y dejo que lo bueno regrese pero si escasea lo bueno siempre queda el recurso de soñar e imaginar cosas bellas que si hurgo bien las hay cuidando de no abrir heridas difíciles d volver a sanar.

    Si contamos puras cosas bellas que aburrido sería porque así no es la vida. Tampoco vale regodearse en lo malo que ya con ver los diarios tiene uno suficiente.

    Caray viéndolo bien que complicado es escribir y si uno es juez de sus propios escritos tendremos entonces que si algún día escribimos un libro diremos que no vale la pena leerse arrumbándolo en la librería de lo descontinuado sin dar oportunidad a que otros opinen, entonces habremos cometido un gran error, evitar que otros nos lean pero ¿para qué escribir sino es para ser leídos?

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