lunes, 29 de julio de 2013

Muerte en el olvido

Estaba casi listo para darle las buenas madrugadas al nuevo lunes, y algo me hizo reflexionar sobre lo que escribí ayer. Entonces me puse a releer lo que escribí y me di cuenta que no fui sincero con los sentimientos... No puedo escribir alegre a los sentimientos sin pensar en las consecuencias.
 
Estaba casi listo para comenzar una semana de esperanza, y después de haber finiquitado de adioses todos los amores nocturnos. Estaba casi listo y feliz, y ahora estoy triste y solo puedo llorar, porque, la verdad, aún no me he repuesto de la muerte... ¿Quién guiará mis pensamientos en la noche desvelada? ¿Quién me imaginará? ¿Quién creerá en mí? ¿Quién cuidará mí credibilidad? Yo que solo interrumpía en la vida de mis amigas para darles abrazos y algún beso; que por nada les regalaba un pedazo de mi cielo con la mayor discreción. Muerto sin que nadie lo sepa, ¿y ahora qué?
 
Muerte en el olvido
 
Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...
  
Ángel González.

3 comentarios:

  1. ¿Y preguntas quién?

    Tus amigas, tu AMIGA del alma se enojará por eso que dices.

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  2. "Mis" amigas del alma ya no lo serán desde ayer. Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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  3. ¿Por que dices eso?
    ¿por que decides por ellas?

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