martes, 23 de julio de 2013

La hora de la verdad

Al enfrentarse con su ambiente físico, al conocer la realidad del hecho y reaccionar a sus hipotéticas consecuencias, una mujer experimenta cambios anímicos y orgánicos de consideración que pudieran ser el reflejo subjetivo de los efectos que esa realidad le motiva. Se transforma enojada y temerosa. Tiene mucho miedo porque una cita con el destino incierto la espera.
 
De acuerdo a las formas que le afecta esta realidad, que son circunstancias que la atrapan y con las que no está de acuerdo, para nada está de acuerdo, es decir, ¿qué hizo ella para merecerlo? ¿A quién mató ella? ¿Quién la juzgó y la sentenció culpable? ¿Y por qué? Nadie sabe, nadie contesta.
 
Un día 23 en el calendario es un día cualquiera que aparece en la vida de una mujer y viene disfrazado de incertidumbre. Se trata de un "hijodeputa" (estamos entre amigas) que le ronda su cuerpo con las peores intenciones... Su situación psíquica y física se relaciona con sus posibles consecuencias: es otra mujer un día 23, martes para más señas.
 
La clave radica en la capacidad que tiene una mujer de desactivar lo que la afecta en cada momento. Siente alivio cuando logra escapar de la preocupación. "Pre-ocupación" (literalmente antes de la ocupación). Como si de una guerra invasora se tratase. Es un okupa "hijodeputa" que, como un amigo gorrón, entra en tu casa y viene para quedarse. ¡Joder, dona, qué jodido es todo a veces!. Cuando vivías te meneaba y dejabas de roncar. Tus ronquidos me desbarataban. Pero tú no nunca fuiste mala.
 
Para resolver una situación que la desborda, una mujer tiene que esperar unas horas para saber a quién se enfrenta. ¿Se enfrentará a un "hijodeputa" o todo será un malentendido, un mal chiste. Los chistes que no se entienden son los peores. Todos se ríen menos tú, y te hacen quedar como un estúpido. De momento toca esperar a que llegue la hora de la verdad.

3 comentarios:

  1. El invasor tiene un tamaño que no se le puede hacer nada. Los médicos aconsejan esperar, ¿Que? Si crece hay que ir de inmediato, sino la ven en seis meses. ¿A quien hay que rezar para que el invasor no crezca?

    Y entonces, ¿Estoy bien o estoy enferma? ¿Como saber?

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  2. Estás bien, perdón, quiero decir que no estás enferma... Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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