sábado, 13 de julio de 2013

Confidencias (y II)

"Tengo la esperanza de que un día volverás a mí, pues creo que estás en la peor de las compañías: la tuya".
 
Después de haber perdido casi todas las victorias y cuando ya no hay altar ante el que arrepentirme ni Dios que me absuelva. Después de tantos elogios, de tantos besos sepultados, de convivir con lo posible, de haber honrado mis culpas y mis faltas de ortografía, de no saber más que de ausencias y despedidas. Después de doblar cientos de esquinas sin distinguir en qué sombra del camino me encontraba ni hacia dónde iba, sin saber ni entender el por qué de tanto desconcierto y tanto dolor, ahora que me siento más cerca del infierno que nunca me pregunto, ¿quién soy?
  
Hoy, sábado de fieles difuntos, de añoranzas, sin saber cuáles serán mis pasos en adelante, qué batallas urdirán contra mí mis amigas y enemigos, qué desalmado se desenmascarará ante mí con gozosa virtud la próxima noche de luna llena; sin saber si es verano y las mariposas vuelan libres; sin saber de ti, sí aún hoy somos amigos, sin saber, repito, quién soy, al menos puedo decir que ya no tengo nada que perder. Porque ahora escribo y tú no me lees... Tú ya no estás para decirme lo que necesito saber para seguir; tú ya no estás para interpretar lo que dicen mis palabras, lo que cuentan, lo que ocultan; tú ya no estás para decirme qué pretendo cuando escribo y lo que siento. Porque nadie como tú para leer entre líneas mis pensamientos. Nadie como tú para leer mi alma. Nadie como tú. Mi mente absurda, mi esquizofrenia y yo echamos en falta tus confidencias (y II).

6 comentarios:

  1. Profundo tu texto y demasiado personal para opinar.



    Te dejo un abrazo

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  2. ¿Qué cosa puede ser para que te sientas cerca del infierno? Nada puede ser tan malo
    A estas alturas de la vida no vale regodearse en lo malo que uno hizo porque no vale la pena, no se puede volver el tiempo atrás.

    El dolor -dicen- sirve para valorar la vida, yo no lo sé de cierto pero si ante el espejo te preguntas quién eres, no te juzgues duro, la vida marcó en tu cara cada línea y por lo poco que te he leído no eres malo ni creo hayas hecho nada por lo cual atormentarse.

    ¿Por qué no sonríes?

    Este sábado -extremadamente largo para mi- nadie sabe - creo que tampoco tu- que pasos dará ni si la vida le sorprende con algo eternamente bello al abrir los ojos.

    Tu mente no es absurda, sólo es que a veces no entendemos lo complicado de los pensamientos ni en que recoveco nos meterá.

    Tengo un escrito -a mi parecer muy oscuro- donde hablo sobre la forma que ocupo cuando desesperada no puedo dormir y hago que mi mente trabaje en forma fea.
    Tu mente te dirá siempre qué hacer, tu sabrás si la obedeces o no.

    Una mente absurda puede preguntarse si es esquizofrénica -palabra mayor- para quien oye el decir de su conciencia.

    Nadie perdiéndose en Les Seniaes puede ser infeliz.

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  3. En este sábado que no quiere terminar, deseo que todo este bien y que mañana sea mejor que hoy, con o sin idas a misa.


    Un abrazo.

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  4. Iremos a misa que es domingo de guardar. (En Les Seniaes todo es perfecto). Muchas gracias. Beso.

    Salud.

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  5. Yo pensé que seria un buen sábado de fieles difuntos, después de un placer oculto (un poco socarrat) pero preparado con cariño para buena gente, pensé que todo por un momento seria distinto, que el sol brillaría en lo alto y la luna alumbraría la noche en calma (igual estaba un poco dulce). Salud

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  6. ... y ella pensó. Fue un sábado genial... hasta que llegó la noche y ella no estaba. Muchas gracias. Buenas madrugadas.

    Salud.

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